El
conocido "Marché aux Puces" (mercado de pulgas) tiene su origen
en un mercado que se instalaba en el centro de la ciudad durante la Edad Media.
Su nombre oficial en la actualidad, mercado de Saint-Ouen, está tomado del
municipio donde se ubica desde 1885, limítrofe con el norte de la capital parisina,
donde se ha convertido en el mercado de antigüedades más conocido del mundo.
La
versión más creíble que existe sobre el por qué de su nombre proviene de las ropas usadas y plagadas de bichos que vendían
los mercaderes. En 1635, el cardenal Richelieu, prohibió este tipo de comercio
dentro de la ciudad para favorecer el comercio de objetos nuevos entre las
clases más pudientes. Estos mercados de ocasión "de segunda mano" fueron
desplazados, con el tiempo, hasta las afueras de París, donde han estado en
continua evolución.
Se fueron acomodando alrededor de las
fortificaciones de la ciudad, lugar donde mejor se vendían estos objetos usados y, a
partir de los años 40 del siglo XIX, cuando se levantó el muro de Thiers
(1841-1844), los comerciantes se vieron favorecidos al quedar libres de pagar
el octroi (impuesto que pagaban los comerciantes para entrar en París). A principios del siglo XX la expresión "mercado de pulgas" se hizo popular entre las gentes y el nombre comenzó a aparecer
escrito en las postales que representaban las vistas de la puerta de
Clignancourt, unos de sus principales accesos.
Ahora,
en nuestros días, ocupa una gran superficie de dos plantas y además se extiende
en los espacios públicos inmediatos. Compuesto por numerosos stand, allí
encontraremos objetos antiguos de diferentes épocas y estilos. Para los amantes
de las antigüedades, es un lugar excepcional donde conseguir verdaderas obras
de arte.