"El arte -decía
Carvallo- nace de una larga contemplación de la naturaleza mediante la cual el
espíritu humano penetra en la esencia íntima de las cosas ... y se eleva hasta
Dios en un esfuerzo supremo".
El hecho de que esta
propiedad tuviera numerosos dueños, también influyó en los jardines. Según la
época, según la moda, fueron cambiando su diseño. En el siglo XVIII, el jardín
fue ampliado creando un jardín francés y un estanque con forma de espejo de
estilo Luis XV, actualmente es el Jardín del Agua.
En el siglo XIX el jardín original, de estilo renacentista, se sustituyó
por un jardín inglés que era menos costoso de mantener. Cuando Joaquín compró
el castillo en 1906 se encontró que los jardines estaban poblados de árboles de
distintas especies, pinos, cedros, magnolios,..impidiendo que el palacio
luciera por si mismo. Esta foto antigua es anterior a la reforma de Carvallo.
Pero el diseño romántico
de los jardines ingleses no era del gusto de su nuevo dueño, así que entre los
años 1908 y 1918 se dedica a reconstruir el jardín. Él opinaba que un castillo
de estilo renacentista en todo su esplendor, merecía un jardín también del
Renacimiento. Para ello se inspiró en una fuente literaria, la obra "Les
plus excellents bastiments de France" (Los edificios más bellos de
Francia), de un arquitecto del siglo XVI, donde describe la organización de los
jardines franceses del Renacimiento. Además realizó unas excavaciones
arqueológicas que le revelaron las huellas del antiguo jardín a la francesa.
Literatura y Arqueología unidas a la pasión y empeño de un médico, han hecho de
Villandry uno de los jardines más admirados.
El jardín decorativo es
una continuación del castillo, como si los salones se abrieran al exterior. Para
su recuperación se sustituyeron las terrazas existentes y los encargados de su
diseño fueron Antonio Lozano, pintor sevillano y el paisajista Javier de Winthuysen. La zona más cercana al
castillo está de dedicada al amor: El amor tierno, El amor apasionado, El amor
fugaz, El amor trágico.
"El amor tierno"
son corazones separados por pequeñas llamas. En el centro, máscaras empleadas
en los bailes.
"El amor apasionado"
son corazones rotos por la pasión.
"El amor trágico"
son dibujos que representan filos de puñales y las espadas empleadas en los
duelos provocan dos rivalidades amorosas. Las flores rojas recuerdan la sangre
derramada.
En "El amor
fugaz" los cuatro abanicos de los ángulos simbolizan la ligereza de los
sentimientos. Entre estos, se encuentran los cuernos del amor traicionado.
Junto a los
"Salones del Amor", está el "Salón de las Cruces": en medio
la Cruz de Malta, derecha la Cruz de Languedoc y a la izquierda la Cruz del
País Vasco.
A la misma altura, pero
cruzando el canal, está el "Salón de la Música", diseñado por Joaquín
Carvallo. El boj alude de manera simbólica a la música.
El "Huerto",
está inspirado en los huertos monacales. En la Edad Media, cuando los monjes
plantaban las hortalizas, lo hacían formando figuras geométricas. Este se creó
durante la Primera Guerra Mundial. Carvallo tuvo que volver a ejercer de médico
para atender a los soldados heridos, los alojaba en su castillo y para darles
de comer, creó el huerto. Se compone de nueve cuadrados iguales donde se
plantan todo tipo de hortalizas, pero haciendo una combinación de colores, el
azul del puerro, verde de las matas de las zanahorias, morado oscuro de la col
y la remolacha,...
Uno de los doce
cuadrados.
Los rosales de pie alto,
colocados de forma simétrica, simbolizan los monjes labrando la tierra.
Las decoraciones de
fuentes, cenadores y flores, son de influencia italiana. Al fondo, el pueblo de
Villandry.
También dispone de un
"Laberinto" que simboliza el caminar del hombre sobre la tierra. Es
de inspiración cristiana, y contrariamente al griego, no tiene vías sin salida.
Para terminar, el
"Jardín de los Simples", dedicado al cultivo de las plantas
aromáticas, culinarias y medicinales.
Joaquín Carvallo murió
en 1936. Fue enterrado en la iglesia del pueblo, Villandry, en lugar del
cementerio porque, según recuerda su familia, "no quería que la
resurrección le sorprendiera al lado de un socialista".
RECOMENDACIÓN:
Si haces una visita a
los castillos del Loira, la de Villandry es obligada. Los jardines en
particular son dignos de admirar. Hace falta un día entero para recorrerlo
todo. Para picar durante el día, se puede salir fuera y luego volver, tomar
algo en el restaurante del recinto, o llevar una mochila con bocadillos y
tomarlos en el propio jardín.
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